domingo, 26 de junio de 2011

Te echo tanto de menos...

Hoy, qué distinto es el salón del que ayer nos escuchaba hablar sobre la vida y el amor, el capricho de algún dios que te desdibujó...
Te llevaste sin querer mi sonrisa en tu mirada, despertar sin poder tocar tu piel cada mañana. Cada cuadro en la pared, cada esquina de esta casa, me recuerdan que soy gracias a ti...
Lágrimas encendidas y el dolor que se quedó en el fondo de mi alma, echo de menos tu voz, el viento la borró...

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